¿Por qué me trabo al hablar ahora si antes no me pasaba?
Es posible que en algún momento de tu vida te hayas hecho esta pregunta. Y es que, aunque siempre has sido una persona segura de ti misma y con una buena capacidad de expresión, de repente te das cuenta de que te estás trabando al hablar.
¿Qué está sucediendo?
Este fenómeno puede tener varias causas, desde un problema de ansiedad o estrés hasta una enfermedad neurológica. En este artículo, te explicaremos algunas de las posibles causas de por qué te trabas al hablar y qué puedes hacer para solucionarlo.
Por qué me trabo al hablar si antes no me pasaba
Una de las situaciones más incómodas que se pueden experimentar al hablar es el tartamudeo o el trabarse al pronunciar una palabra o frase. Si bien es cierto que esto puede ocurrir en cualquier momento, hay personas que notan que les sucede con mayor frecuencia y se preguntan: ¿Por qué me trabo al hablar ahora si antes no me pasaba?
Existen diversas razones por las que una persona puede empezar a tartamudear o trabarse al hablar y en este artículo vamos a profundizar en algunas de las más comunes.
Estrés y ansiedad
El estrés y la ansiedad son dos factores que pueden afectar significativamente la forma en que hablamos. Cuando estamos en situaciones de tensión o presión, es común que nuestro cuerpo reaccione de diferentes maneras, y una de ellas puede ser el tartamudeo o el bloqueo al hablar. Esto se debe a que la ansiedad puede generar una hiperventilación que altera el ritmo de nuestra respiración y nos dificulta el habla.
Cambios hormonales
Los cambios hormonales también pueden influir en nuestra capacidad para hablar con fluidez. Por ejemplo, durante la adolescencia, los jóvenes pueden experimentar una serie de cambios hormonales que afectan su voz y su forma de hablar. También durante el embarazo, las mujeres pueden notar que tienen más dificultades para hablar con fluidez debido a los cambios hormonales que experimentan.
Enfermedades neurológicas
En algunos casos, el tartamudeo o el bloqueo al hablar pueden ser síntomas de una enfermedad neurológica. Por ejemplo, el Parkinson y el Alzheimer pueden afectar la capacidad de una persona para hablar con fluidez. También existen otras enfermedades que pueden provocar tartamudeo o bloqueo al hablar, como el ACV o la esclerosis múltiple.
Fatiga y cansancio
La fatiga y el cansancio también pueden influir en nuestra capacidad para hablar con fluidez. Cuando estamos cansados, nuestro cuerpo no funciona de manera óptima y esto puede hacer que nos trabemos al hablar o que tengamos dificultades para encontrar las palabras adecuadas.
Estrategias para hablar con fluidez
Si bien en algunos casos es necesario acudir a un especialista para tratar el tartamudeo o el bloqueo al hablar, existen algunas estrategias que pueden ayudar a mejorar la fluidez al hablar. Algunas de ellas son:
- Respirar profundamente y relajarse antes de hablar
- Hablar a un ritmo más lento y pausado
- Evitar las situaciones de tensión y estrés
- Practicar ejercicios de relajación y respiración
- Ensayar previamente las palabras o frases difíciles