Si alguna vez has tenido que presentar un argumento en público, es probable que hayas escuchado las palabras «argumentar» y «demostrar» de manera intercambiable. Sin embargo, el hecho es que estos términos son diferentes y comprender sus diferencias es fundamental para crear discursos efectivos y persuasivos. En este artículo, exploraremos la distinción entre argumentar y demostrar, examinando cómo se relacionan y cómo puedes utilizarlos para mejorar tus habilidades de comunicación.
Cuál es la diferencia entre argumentar y demostrar
En muchas ocasiones nos encontramos en situaciones en las que debemos exponer nuestras ideas o defender un punto de vista. En estos casos, es importante tener claro cuál es la diferencia entre argumentar y demostrar, para poder expresarnos de manera efectiva y convincente.
Argumentar
Argumentar consiste en presentar una serie de razones o justificaciones que respalden una afirmación o postura. El objetivo de argumentar es persuadir a nuestro interlocutor de que nuestra posición es la adecuada. Para argumentar correctamente, es importante tener en cuenta lo siguiente:
- Conocer el tema: es fundamental tener un conocimiento profundo del tema sobre el que se va a argumentar.
- Organizar las ideas: es necesario estructurar las ideas de manera clara y coherente para que el interlocutor pueda seguir el razonamiento.
- Utilizar evidencias: es importante respaldar nuestras afirmaciones con datos, ejemplos y pruebas que apoyen nuestra postura.
- Alinearse con el interlocutor: es importante tener en cuenta los puntos de vista del interlocutor y tratar de encontrar puntos en común que apoyen nuestra postura.
Demostrar
Por otro lado, demostrar implica presentar pruebas o evidencias concretas que respalden una afirmación. El objetivo de demostrar es convencer al interlocutor de que nuestra afirmación es cierta. Para demostrar correctamente, es importante tener en cuenta lo siguiente:
- Presentar hechos: es fundamental presentar hechos o datos que respalden nuestra afirmación.
- Utilizar ejemplos: es necesario usar ejemplos concretos para ilustrar nuestra afirmación.
- Apoyarse en expertos: si es posible, es conveniente citar a expertos en el tema que respalden nuestra afirmación.
- Usar la lógica: es necesario presentar argumentos lógicos y coherentes que respalden nuestra afirmación.